Y hoy me pregunto, hasta cuando
tanta intolerancia!
Durante los últimos meses se ha
desatado una polémica frente a la igualdad de derechos; opiniones encontradas a
favor o en contra de la adopción por parte de la comunidad homosexual, ha
generado toda clase de comentarios, desde los positivos, hasta los más
devastadores y hasta violentos; como usuaria respetuosa de toda clase de
escritos de la red social Twitter, encontré uno el cual tocó mis fibras
"Yo no tengo nada en contra de los homosexuales y demás perversiones
humanas. Pero con los niños no se experimenta #adopcionpapaymama” esto me llevó a pensar que estamos en un mundo
cero tolerante, y no pude evitar pensar en mi vida y para ser más exactos, en
mi hijo.
Cuando una persona con 37 mil
seguidores dice una cosa como esta, tal vez sin pensar en las consecuencias que
pueden generar un comentario tan doloroso como este, me hago una pregunta ¿Hasta dónde llega la intolerancia y la falta
de aceptación entre unos y otros, y sobretodo, la falta de respeto hacia los
demás?
Este es solo uno de miles de
comentarios que se han escrito en las redes sociales y que prefiero no seguir
leyendo, porque no entiendo de dónde sale tanto odio entre los seres humanos.
En respuesta a su declaración, le hice un comentario que dice así: “La
homosexualidad no es una perversión… Hasta dónde llega la ignorancia”, y el usuario entonces sugirió que buscara
el significado de
"perversión", y encontré varias definiciones.
Perversion s. f. Corrupción moral
de las costumbres, el gusto o las ideas de una persona, causada por los malos
ejemplos o los malos consejos.
Según Wikipedia: Manifestaciones
muy diversas de la sexualidad humana fueron englobadas por la psiquiatría del
siglo XIX bajo este concepto: entre otras, el fetichismo, la homosexualidad, la
pedofilia, el exhibicionismo, el sadomasoquismo, el voyerismo y muchas otras
«perversiones», algunas de las cuales han sido agrupadas por la psiquiatría
actual bajo el concepto de parafilia y otras, como la “homosexualidad”, han
dejado de ser consideradas como trastorno o patología.
Soy una mujer de 39 años, madre
de un maravilloso adolescente que descubrió entre sus 12 y 15 años que le atraen las
personas del mismo sexo. Mi hijo es es una persona intelectualmente inquieta,
con un gusto exquisito por el arte y la música, está terminando su colegio y ya
está planeando entrar a la universidad, es un amigo excepcional y no es porque
yo sea su madre, puedo dar fe de que es un excelente hijo y ser humano.
Durante la época en la que el
sintió que su preferencia sexual era por los hombres, acudió a mí en busca de
respuestas a todas sus dudas, por supuesto yo también estaba tan perdida como
él, pero nos tomamos de la mano y decidimos encontrar el camino juntos.
En un principio, yo insistí en ver si era verdad eso de que le
gustaran más los hombres que las mujeres, pensando que era una confusión normal
de la edad, pero con los días entendí que era real su gusto por el sexo
masculino, y es una forma de sentir totalmente respetable, esto es como a las
mujeres que les gustan los hombres bajitos, altos, pelirrojos, o los hombres
que les gustan la mujeres rellenitas, flacas, crespas, en esto no hay
diferencia alguna, es una cuestión de aceptación. Desde ese día la vida no
cambio, siguió exactamente igual, pues mi chino no es diferente ni a sus hijos,
sobrinos o conocidos y sigue
siendo un hombre en todo el sentido de palabra.
Hoy me pregunto, ¿hasta cuándo el
mundo entero entenderá que no somos solo hombres y mujeres? Somos una
diversidad de géneros, colores, religiones, etnias, nacionalidades y un sin
número de posibilidades más. Hasta
cuándo tanto moralista con una mente algo sucia, seguirá generando tanto odio,
¿Por qué es tan difícil aceptarnos?
Tener un hijo homosexual le puede
pasarle a usted… sí, a usted que me está leyendo en este momento, no se asuste,
que eso no es nada del otro mundo, yo llevo algunos años sabiendo que mi hijo
es homosexual y puedo garantizar que no es una enfermedad o un trastorno mental
y mucho menos una perversión, esto es parte de la naturaleza a la cual
pertenecemos todos.
Quisiera creer que algún día
saldremos del siglo XVIII para entrar en una era en la que prevalezca el
respeto, el amor y la felicidad. Por ahora como dijo un amigo de mi hijo hace
un par de días, "En Colombia los problemas más grandes no son el
narcotráfico, la guerrilla, la inseguridad, o la corrupción asquerosa de nuestros dirigentes, es esta falta de
tolerancia y aceptación que está haciendo que nos matemos unos a otros".
Mi gran amiga Carito agregó que es tiempo
de pensar en el respeto a los demás, en el respeto a la persona que está al
lado nuestro o al frente, a su pensar, a su sentir, a su individualidad. Todos
tenemos derecho a Ser y Amar, y nadie tiene el derecho de juzgar a nadie. El
valor de una persona no se encuentra en con quién comparta el lecho, se
encuentra en su corazón y en las acciones que nacen de él.
http://www.eltiempo.com/politica/congreso/matrimonio-gay-corte-constitucional/16170497